Programando aplicaciones de la impresora de comida 3D, el consumidor podría mezclar los diferentes cartuchos de alimentos en polvo, no solo según sus gustos, sino también según sus necesidades nutricionales, con lo que se abriría un nuevo campo en su dieta.
Leopard :$
viernes, 24 de mayo de 2013
La NASA quiere imprimir comida.
El ying y el yang. Si hace dos semanas la impresora 3D escandalizó por su habilidad para imprimir pistolas mortíferas, ahora la NASA quiere que reproduzcan alimentos capaces de mantenerse en el espacio durante años, y así alimentar a los astronautas enviados al espacio durante largas temporadas.
La NASA ha pagado una beca de 100.000 euros a Anjan Contractor, ingeniero de la empresa Systems and Materials Research Corporation para que desarrolle en seis meses una impresora 3D capaz de reproducir alimentos.
La noticia llega también poco después de que la FAO recomendara la ingesta de insectos para cubrir la necesidades alimenticias de la población mundial. "Creo, y muchos economistas también, que el actual sistema alimentario no puede satisfacer suficientemente a 12.000 millones de personas", explicaba Contractor, que ve en las impresoras 3D de comida como un recurso masivo, más allá de los ocasionales viajes espaciales. "Tenemos que cambiar nuestra percepción de lo que vemos como alimentos", ha manifestado a Quartz.
Programando aplicaciones de la impresora de comida 3D, el consumidor podría mezclar los diferentes cartuchos de alimentos en polvo, no solo según sus gustos, sino también según sus necesidades nutricionales, con lo que se abriría un nuevo campo en su dieta.
Programando aplicaciones de la impresora de comida 3D, el consumidor podría mezclar los diferentes cartuchos de alimentos en polvo, no solo según sus gustos, sino también según sus necesidades nutricionales, con lo que se abriría un nuevo campo en su dieta.
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